A. Nos prepara siendo de ayuda para concentrarnos en Dios y en la oración.
Cuando ayunamos, lo que hacemos es decir, voy destronar a mi estómago y voy a controlar mi búsqueda de auto gratificarme, para privilegiar a Dios. Voy entronar al Rey de Reyes dándole las primicias al inicio del año que iniciamos. Es decir hoy no voy a distraerme ni siquiera comiendo, para concentrarme en Dios y en nuestro motivo de oración.
B. El ayuno nos prepara rompiendo cadenas en nuestras vidas.
Una de las maneras que La Biblia también llama al ayuno, es afligir el alma. Es decir, el ayuno es un acto de humillación delante de Dios. Así como el cuerpo se priva de comida, el alma se humilla delante de Dios. Entonces, al humillarnos y pedir perdón a Dios por nuestros pecados y faltas personales, eclesiales y como nación, empiezan a romperse cadenas.
C. El ayuno nos prepara porque nos hace orar más de lo habitual.
Obviamente que el ayuno siempre viene acompañado de oración. De lo contrario no es ayuno espiritual, sino pasar hambre. El ayuno tiene sentido cuando sirve para apartarnos de comer y de otras cosas, para orar. Así que, si tú normalmente oras dos o tres veces por día, el día que ayunas aumentas esos momentos de oración. Y La Biblia enseña que el que persevera en oración, recibe.
D. El ayuno nos prepara porque al apartarnos para Dios y buscar de Él, Él se revela.
Nos muestra nuestra condición, nuestro pecado, nos revela lo que Él quiere para nosotros, lo que hará en nuestras vidas, nos da palabra y promesas.
E. El ayuno aumenta nuestra fe para interceder.
Cuando tomamos en cuenta que Jesús dijo que hay demonios que solo salen con oración y ayuno, entonces sabemos que estamos orando con las dos herramientas necesarias para recibir lo que Dios quiere darnos.
F. El ayuno aumenta nuestra seguridad y nos da paz.
Cuando sabemos que oramos en obediencia a lo que Dios enseña en su Palabra, y volvemos a orar, y volvemos a hacerlo varias veces en el día, nuestra mente se concentra no en las situaciones sino en el poder de Dios, y nuestra alma descansa al saber que Dios manifestará su gloria.
G. El ayuno rompe con nuestra autosuficiencia.
Aumenta nuestra dependencia de Dios. Al apartarnos de comer y de otras cosas, mostramos que nuestra vida depende de Dios y que nos alineamos con Él en lo que es su voluntad: traer un avivamiento con transformación de nuestra comunidad parroquial. Cuando Dios ve que no somos autosuficientes, sino que nos mostramos como niños necesitados de Él, entonces Dios que resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes, hace resplandecer su rostro sobre nosotros.
H. El ayuno nos hace responsables del cambio.
Al apartarnos para orar y ayunar, le decimos a Dios que estamos en la brecha, que nos hacemos cargo de la situación de nuestra comunidad y de su cambio. Al apartarnos para ayunar y orar por eso, ese motivo se va convirtiendo en nuestro objetivo a perseguir, en nuestra mente se incorpora como el blanco a alcanzar, y la promesa de Dios es que eso que determinamos y oramos nos será firme.
I. El ayuno cuando se realiza en conjunto con todo el pueblo de Dios, produce un efecto sinérgico.
Jesús enseñó que si dos se convinieren, se pusieren de acuerdo, sobre cualquiera cosa que pidieren les será hecho. El ponerse de acuerdo no es decirle a alguien: “oremos por esto”. El convenirse es hacer un acuerdo, un pacto de oración. Es que los que van a estar de acuerdo tienen ese motivo incorporado, instalado en su interior, de forma tal que pueden clamar a Dios por eso. El ayuno ayuda a que los que participan de él, internalicen ese pedido y se transforme en un deseo, y al ser un deseo sentido y compartido, en un clamor. Y una y otra vez La Biblia cuenta que Dios escuchó el clamor de su pueblo.
J. El ayuno nos da disciplina.
El ayuno aumenta nuestro dominio propio. Podemos controlar nuestra búsqueda de auto gratificarnos, para privilegiar a Dios. Cuando privilegiamos a Dios, cuando lo ponemos por encima de todo, la promesa de Dios es que si lo buscamos primeramente a Él, dándole las primicias, su reino y justicia, entonces Dios añade todas las cosas.
II. ¿Cómo Ayunar?
Hay distintos tipos de ayuno. Voy a mencionarte algunos que juntos podamos ir instrumentando.
A. El ayuno de Ester.
El ayuno de Ester consiste no solo en no comer, sino también en no beber (Ester 4:16). Este es un tipo de ayuno muy poderoso a nivel de la preparación de uno, pero muy duro especialmente para los que no están acostumbrados a ayunar. No es recomendable, a menos que uno tenga dirección de Dios por medio de un guía espiritual y que lo hagan los que se inician en la práctica del ayuno.
B. El ayuno de David (2 Samuel 12:16-23).
Este es un ayuno de comida. Este es el ayuno más común entre los creyentes. Decir, pueden tomarse líquidos, privándose uno de comida. Su duración varía. Puede ser de un día o más.
C. El ayuno de Saúl (1 Samuel 14:24).
Este ayuno también es solo de comida y dura de la mañana hasta la noche. Este es un buen ayuno para el que comienza a practicarla. Uno se priva de desayuno, almuerzo y merienda para separarse a orar. Luego a la noche entregas el ayuno y entonces puedes cenar.
D. El ayuno de Daniel (Daniel 10:2-3).
Este es un ayuno generalmente de varios días, y que consiste en privarse de algunos alimentos. En el caso de Daniel fue por 21 días, y él no comió alimentos delicados, ni comió carne, ni tomó vino ni se puso perfume. Este es un buen ayuno para quienes han hecho ayuno de uno o dos días y quieren probar una extensión mayor de tiempo. También es un buen ayuno para hacer en familia. Sería maravilloso que toda tu familia sea parte de estos días de oración en unidad. Este tipo de ayuno es especialmente es muy bueno para los niños. En el libro de Joel se nos dice que hasta los niños de pecho debían ayunar (2:16) junto con todo el pueblo, pidiendo la restauración. Así como Daniel se privó de algunos alimentos, uno puede, luego de enseñarles el propósito de la oración y el ayuno, preguntarles a los chicos qué cosas ricas (golosinas, alguna comida), ellos serían capaces de sacrificar por un día o más para orar y ofrecer el ayuno como primicia al Señor.
En el caso de Daniel, él además de privarse de determinados alimentos, dice que también se privó de perfume. Es decir, su ayuno no se limitó a la comida. En mi vida personal, en la vida de mi familia y en la de mi congregación, ha sido de enorme bendición la práctica de ayunos de televisión, de computadora, de deportes, de hablar. Son todas prácticas que, guiadas por el Espíritu Santo, no en el poder de nuestras fuerzas, aumentan nuestro dominio propio y disciplina.
E. Hay otros tipos de ayuno, pero a los fines de nuestro objetivo presente, sólo quiero que veas uno más: el de Esdras (Esdras 8:21-23, 31).
Porque se trata de un ayuno no individual, sino colectivo, nacional, que acompañó a un clamor en unidad. “Luego, estando cerca del río Ahava, proclamé un ayuno para que nos humilláramos ante nuestro Dios y le pidiéramos que nos acompañara durante el camino, a nosotros, a nuestros hijos y nuestras posesiones… Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó”.
Ellos ayunaron pidiendo camino derecho para ellos como pueblo, para las futuras generaciones, y para todas las estructuras y ámbitos de la nación. El resultado fue que “Durante todo el trayecto Dios nos acompañó y nos libró de enemigos y asaltantes.” Si tú eres alguien que ya tiene incorporada la práctica del ayuno, pues entonces, instruméntala con libertad, como ya estás acostumbrado.
Si eres alguien que no acostumbra a orar ni ayunar, quiero darte algunas sugerencias prácticas.
El primer día puedes ayunar un ayuno como el de Saúl. Es decir, un ayuno hasta las 18:00. Prívate de los alimentos sólidos del desayuno, del almuerzo y de la merienda. Puedes tomar líquidos (agua, jugos, caldo, etc.). Utiliza el tiempo de las comidas para orar y leer esta guía y La Palabra de Dios.
En la segunda semana, pasa a un ayuno de un día completo. Es decir, hace el ayuno que hizo David. Prívate de comer alimentos sólidos durante un día entero, y utiliza el tiempo de las comidas para estar en comunión con Dios.
Durante la otra semana puedes repetir este ayuno de David, o, según el Señor te lo muestre, probar otros tipos de ayuno de alimentos como el de Daniel o el de Ester.
Además del ayuno de comidas, ayuna cada semana un día entero de televisión. La televisión ejerce un control muy grande sobre nuestras mentes, y es un instrumento que el diablo ha utilizado para transmitir su ideología y contaminar con impureza a nuestra nación. Te sugiero que si decidís hacer este ayuno de “tele” desenchufes el televisor. Muchas veces uno sin pensar toma el control remoto y lo enciende automáticamente (¿cómo un zombi dominado?) y arruina el ayuno. Utiliza el tiempo de ver televisión para hablar de Dios con tu familia. A lo largo de los 21 días aumenta el número de días de este ayuno de televisión. Y paralelamente disminuye el tiempo de ver televisión los días que no ayunes.
Detecta cuál es tu mayor pasión. Puede ser la música, puede ser el fútbol u otro deporte. Puede ser la computadora, o cualquier otra cosa o práctica. Una vez que hayas detectado tu mayor pasión, haz un ayuno de esa práctica. Aumenta el número de días de este ayuno, hasta que sientas que tú tienes control en lugar de ser controlado. No podemos ser instrumentos de libertad para nuestro pueblo, si estamos esclavizados.
Si estás atado o atada a algo y se ha convertido en una dependencia, haz el ayuno de Ester a fondo. Ora y clama hasta que las ataduras se rompan. En la mayor parte de los casos este ayuno es poderoso para quebrar yugos y cadenas. Este tipo de ayuno requiere de dos cosas: la primera de una dirección explícita de Dios por medio de un guía espiritual. La segunda, de autorización de un médico.
Si eres consciente que no tienes control de tu lengua te sugiero que hagas un ayuno de hablar. Pásate un día entero en un lugar apartado y no hables con nadie. Solamente ora y pídele al Señor que Él controle tus labios. Repite este ayuno periódicamente.
Acompaña la oración y el ayuno con actos concretos de servicio a los demás. Recuerda lo que Isaías 58 nos dice acerca del ayuno que Dios ha escogido.
Estas prácticas no producen nada por sí solas, sino que son simplemente herramientas para que el Espíritu Santo las utilice. Tu dependencia de Él es lo más importante. Pero incorporar a tu vida la disciplina de los distintos ayunos puede ser una bendición que revitalice tu vida espiritual y te conduzca a un nivel nuevo de victoria.
(Escrito por Carlos Marida, extraído del libro “40 Días de Oración, Ayuno y Renovación Personal 2011”) Adaptado para “21 Días de Ayuno y Oración”.
Día 15
15 de Enero
Génesis 42:18-43:34, Mateo 13:47-14:12, Salmo 18:16-36, Proverbios 4:7-10
Haga una oración por los niños de nuestra Iglesia. Oremos para que el Señor haga de ellos hombres y mujeres de Dios y para que tengan siempre como prioridad su relación con el señor y no los bienes materiales, la educación o el estatus social. También ore para que Dios los utilicé para preparar la venida de Jesús.
Día 16
16 de Enero
Génesis 44:1-45:28, Mateo 14:13-36, Salmo 18:37-50, Proverbios 4:11-13
Eleve una oración por los residentes de esta comunidad y todos los que viven a su alrededor necesitados de esperanza. Haga una oración para que Dios habrá sus ojos y alrededor necesitados de esperanza. Haga una oración para que Dios habrá sus ojos y conmueva sus corazones a buscar una relación con Jesucristo. De la misma manera ore para que Dios lo utilice como una bendición para esas personas que están en busca de Él.
Día 17
17 de Enero
Génesis 46:1-47:31, Mateo 15:1-28, Salmo 19:1-14, Proverbios 4:14-19
Haga una oración por la protección espiritual para nuestra iglesia y todo el que trabaja en ella. Debemos estar conscientes que el demonio viene a robar, a matar y a destruir pero nosotros estamos protegidos por el poder de la Sangre de Cristo. El desarmo y venció al demonio y nosotros debemos de recordarle al enemigo lo que sucedió en la Cruz del Calvario. Ore por la protección de su familia y vístase con la armadura de Dios para vencer al enemigo.
Día 18
18 de Enero
Génesis 48:1-49:33, Mateo 15:29-16:12, Salmo 21:1-9, Proverbios 4:20-27
Haga una oración para que Dios le muestre los planes que El tiene para su vida. Dios tiene unos planes maravillosos para ti y usted quiere tener el conocimiento para saber que dirección y camino debe tomar. Ore para recibir discernimiento para poder tomar decisiones importantes y la sabiduría para saber cómo y cuándo llevarlas a cabo.
Día 19
19 de Enero
Génesis 50: Éxodo 2:10, Mateo 16:13-17:9, Salmo 21, Proverbios 5:1-6
Haga una oración para convertirse en un mejor líder y poder hacer la diferencia en su familia, trabajo, comunidad y la iglesia. Pídale a Dios para que El transmita la pasión y la concentración necesaria para servirle a El por medio del servicio al prójimo. De la misma manera, pídale a Dios que le muestre el camino correcto para poder impactar la vida de otros.
Actualizado: El grupo de oracion Gozo del Espíritu Santo San Alberto organizará una “Campaña de Comida” el tercer sabado de enero de 9:00 a.m. a 12:00 p.m en el gimnasio . Esta campaña es para ayudar a los más necesitados de la comunidad. Por favor practique el distanciamiento social y use su cubre boca.Gracias a todos por el continuo apoyo.
Update:The Gozo del Espiritu Santo group will be hosting a “Food Drive” on the Third Saturday of January from 9:00am-12:00pm in the Bishop Fisher Hall. This campaign is to help the neediest in the community.Please practice social distancing and wear a face covering.Thank you all for the continuous support.